¿Sabéis? No siempre es fácil. De hecho, casi nunca lo es.
Cada creación lleva, necesariamente, una parte importante de ti. No es fácil volcar toda tu rabia en un artículo de protesta y convertirla en letras coherentes y bien hiladas. No es nada, nada fácil abrirte en canal frente a cincuenta mil lectores para contarles cuántas veces han abusado de ti. Y, a veces –muchas veces-, da miedo apretar el botón de publicar, porque nunca estás del todo segura de qué sucederá después.
¿Quién lo leerá? ¿Cómo me afectará?
Pero, al final, aprietas ese botón. Porque no sabes si es bueno, si es malo, o si es necesario o no… Pero, en cualquier caso, eres tú. Y así te muestras.
Así me muestro. Soy solamente yo.
Hoy, ya más apaciguada después de la increíble emoción de la gala de los Premios 20 blogs, me gustaría, NE CE SI TO, dar las gracias.
Gracias a mi marido por apoyarme siempre, siempre. Por quererme así, como yo soy. A mis hijos por cambiarme y empujarme. A mi familia y amigos por creer en mí. A la vida por inspirarme.
Gracias a mi profesor de historia, Javier Garnacho, por decirme que le había entregado el examen mejor escrito que había leído en su vida (aunque tuviera que suspenderme, porque no contesté NADA de lo que él había preguntado). Y gracias a mi profesor de lengua, Javier López, porque al corregirme un comentario de texto me anotó con boli rojo: «Nunca dejes de escribir«. Aún conservo esa nota.
Gracias A TODAS Y CADA UNA de las personas que alguna vez han querido dejar un trocito de su vida leyéndome, porque creen que tengo algo interesante que contar y que, además, lo cuento bonito. Y a las que han dejado un trocito de su vida leyéndome para odiarme, también gracias porque, si me odiáis, es que era importante.
Gracias a todos los miembros del jurado, periodistas, bloggers y colaboradores, por apostar por mí y por las INCREÍBLES palabras que me han dedicado. «Honesta», «auténtica», «potente», «intensa». Este subidón de autoestima me podría durar una vida entera.
Llevarme el premio a Mejor Blog Personal me ha dejado terriblemente embriagada. Verme entre los finalistas a Mejor Blog del Año (previo codazo y grito de mi amiga Sandra, porque yo creía que aquello ya no iba conmigo y la nominación me pilló twiteando), entre los tres mejores de más de ocho mil blogs participantes, ha sido sencillamente indescriptible.
No imagináis lo que significa para mí. Por eso, porque no siempre es fácil, este reconocimiento es muy, muy importante. Porque me anima a seguir escribiendo, a seguir superando el miedo, a seguir apretando ese botón. Porque, cada vez que dude, miraré la estatua que ahora descansa junto a mi teclado y recordaré que vale la pena. Que lo estoy haciendo bien.
Gracias, gracias a todos los que estáis ahí, creando y dejando un trocito vuestro en cada cosa que creáis. Y gracias, gracias a todos los que hacéis posible este homenaje a la creación.
Fotógrafo fotos oficiales: Jorge Paris