Querida Yo de hace dos años. Exactamente dos.
Querida Yo de hace dos años,
Hoy a tu bebé han de pesarle los meses, porque casi son las 10:30 y aún duerme. Es lo que tiene el tiempo: que nos pesa a todos.
Te voy a contar que justo dentro de dos años, catorce de octubre de dos mil quince, vas a llorar recordando casi tanto como reirás hoy pariendo. En el fondo lo sabías: se puede disfrutar, se puede reír. Puede ser diferente. Sabes que puede. Lo que aún no sabes es que lo será, y que la felicidad de ese momento te acompañará siempre.
Te voy a contar que tu bebé empieza a no ser tan bebé. Que le están saliendo los últimos dientes: los cuatro colmillos a la vez. Que desde hace un par de semanas se está arrancando a formar palabras inteligibles. Que en casa pide ir al baño y nos deja a todos locos. Leer artículo completo