Etiquetado como relaciones
Relatos

Despertar

despertar

                        Me desperté aquella mañana con el ceño fruncido. No recordaba bien qué había soñado, pero tenía una sensación desagradable. Como si hubiera pasado la noche discutiendo con alguien. Miré a mi izquierda y allí estaba él, como siempre, aún dormido y sabía que pasaría un buen rato antes de que se despertara. Y a mí me tocaba, como siempre, hacer el café y sacar de paseo a los perros. Me arrastré torpe por la penumbra de la habitación y el pasillo y en la cocina vi la lluvia a través de la ventana. Genial. Tendría que mojarme mientras él aún soñaba calentito.

Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Artículos

Lo voy a decir así: os podéis ir a la mierda

Os podeis ir a la mierda2

Sabéis que yo soy muy de escribir despacito y emotivo. De querer tirarme a por el lado tierno de las cosas y buscar, a veces, la lágrima. De mayor quiero ser sabia. Y quería escribir así sobre ese sentimiento que, creo, a todos nos toca procesar alguna vez: esa sensación de decepción con el género humano.

Ya sabéis: todos –creo- tenemos algunas personas a nuestro alrededor que no nos aportan, realmente, nada positivo. Que son como ese lado oscuro de la fuerza que siempre anda dando por el saco, pero sin espadas molonas. Así que me planteé hacer un escrito pausado, meditado, invitando a la reflexión… Pero luego he pensado “¡BAH! A la mierda. Vamos a echar bilis.”

Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Artículos

Ni frío, ni calor. (La que habéis liao, antitaurinos)

antitaurinos

 

 

Cómo son las madres, que siempre tienen ahí guardada una pregunta cargadita de mala leche, por si se acaba el tema de conversación.

Pues mi madre ayer esperó al momento perfecto y me preguntó, como quien pregunta la hora, «¿Has visto la que han liado los antitaurinos?»

Y yo hice un repaso mental express por toda la información acumulada en mi cabeza de los últimos días… ¿Manifestaciones? No. ¿Asaltos a plazas? Tampoco. ¿Agresiones? No, nada. Y entonces cruzan por mi mente en -horripilante- desfile las cadenas de televisión que ve mi madre, y los periódicos que salen en esas cadenas como incuestionables… Ay.
Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Artículos

Puta

ceda el paso

 

 

Hoy no voy a reflexionar.

Yo iba con mis dos hijos en coche. Un chico, uno cualquiera…

Un chico que podría ser tu hermano, que podría ser tu amigo, que podría ser tu hijo, o que incluso podrías ser tú, se saltó un ceda el paso.

Creo que ni siquiera miró para salir: simplemente tiró para adelante como si estuviera solo en la carretera. Como si estuviera solo en el mundo. Como un asno apaleado, más asno que apaleado.

Le pité para que frenara.

Volanteé para no estrellarme.

Y ese chico se cruzó delante cortándome el paso, se asomó a la ventanilla abierta de su furgoneta de reparto y me gritó «PUTA».

Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Artículos

CINCO cosas que no he vuelto a decir desde que tengo hijos.

cinco para wls

 

 

No os descubro nada nuevo si os digo que la maternidad (y la paternidad) le pega un giro radical a tu existencia. Que todo en tu vida, por un tiempo indefinido, se pone del revés. Y cuando hablamos de todo es todo. No sólo cambian tus prioridades vitales, sino que también –y no menos importante- las pequeñas cosas que día a día conforman eso que llamas “tu vida”. Poco a poco vas incorporando cosas, no sólo a tu quehacer, sino también a tu vocabulario (que eso bien daría para otro post). Cuando te quieres dar cuenta estás largando por esa boca más frases de madre que tu propia madre, quién te lo iba a decir.

Seguro que a todos se nos ocurren varios ejemplos de ello, pero hay otro cambio más sutil, casi invisible, que también está ahí. Y que a mí el otro día, cuando intentaba hacer zapping espatarrada en el sofá, me estalló en la cara. Estalló en forma de chorro de agua salido de una pistola de la puñetera Patrulla Canina: LAS COSAS QUE YA NO DIGO desde que tengo hijos. Y que, por supuesto, antes daba por sentadas.

Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+