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Carta a Ricardo González, el juez que pidió la absolución de #LaManada

yo_si_te_creo_

¿Pero tú que porno ves, Ricardo?

Me considero una persona razonable. En serio.

Puedo entender, aunque no lo comparta, que lo del móvil, visto y juzgado así, aislado, quede en un simple hurto.

Puedo entender, aunque no lo comparta, que se haya desestimado el delito contra la intimidad, por aquello de que existen unas formas legales que, cuando no se cumplen, hacen que por arte de magia los delitos desaparezcan. Puede que haya que cambiar las formas.

Puedo entender incluso, aunque por supuesto no lo comparta, que, con las leyes en la mano, al no ver –ustedes- la necesaria agresividad, desestimen en consecuencia la agresión, quedando esto en un simple abuso. Puede que haya que cambiar las leyes. Puede que con urgencia.

Pero sobre todo entiendo que tengas que ponerte, Ricardo, una toga bien amplia para meter esos enormes huevazos de caballo de Espartero que has de tener para pedir la absolución de estos cinco. Muy bien por decir lo que piensas, mañana te mando flores. El problema no es que lo digas: es que lo pienses. Que veas excitación sexual en una mujer de dieciocho años que está siendo víctima de una violación grupal.

Porque te recuerdo que hasta ahí sí ha llegado la sala: ha habido violación. Y en la víctima tú ves excitación. Y reconoces que no ves consentimiento, pero es que dices no ver tampoco negación, y eso te basta para defender que lo que ha hecho la manada bien hecho está. No lo ves tú, que eres juez, y espera esta idiota sociedad que lo vean ellos cinco, que son gilipollas.

En serio, Ricardo, ¿pero tú qué porno ves?

Y, por favor, ahórrate el discurso cobarde, que lo conocemos. Que dirás que tenéis las manos atadas. Que tenéis que equilibrar la balanza de esa ciega Justicia que, en una mano, sostiene una ley que se sujeta y pierde en lo que, al fin, son solo palabras y, en otra mano, el sentido común de cualquiera que tenga conciencia y dos dedos de frente. Ese que hoy nosotros, el pueblo, hacemos estallar en redes y calles.

Ese sentido común colectivo que a ti tanto parece molestarte, Ricardo. Dices que ha habido un juicio paralelo, un juicio social. ¿Y qué problema tienes, exactamente? ¿Es la Justicia tu propiedad? ¿Tu privilegio? ¿Acaso nos consideras una horda furiosa e ignorante con picas y teas? Casi pareciera que te incordia que la plebe opine, que el vulgo intervenga en los problemas que le afectan, reclamando soluciones a unos poderes que él mismo sustenta.

La Justicia, así, con mayúscula y báscula de precisión, no es tu privilegio: es tu responsabilidad. Y si no entiendes eso, no mereces llamarte juez. Porque es tu poder quien ha de ponerse al servicio de la Justicia, y no al revés.

A ti corresponde el ejercicio del poder judicial, pero el sentido de la justicia nos pertenece a todos y, si lo haces mal, te lo haremos saber.

Y esta vez tus huevos y tú, Ricardo, lo habéis hecho como el culo.

Firmado, una furiosa vulgar.

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