Etiquetado como querida yo
Relatos

Querida yo de hace diez años. Exactamente diez.

WhatsApp Image 2023-11-13 at 19.58.45
Te recuerdo. Perfectamente. Sé que estás llorando. Porque mañana hará un mes que recibiste en tus brazos a nuestra reina de las hadas, y hoy, trece de noviembre, le has escrito una carta para contarle el parto, ese tan mágico en el que ella llegó al mundo en una burbuja de agua prístina que la contuvo hasta el final.
Por eso sé que estás llorando. Porque te removió en lo más hondo y te alzó de nuevo en esa nube, en esa oleada de oxitocina que te acompaña desde que nació. En realidad, no sé si ya la has escrito o si estás a punto de hacerlo, pero has elegido un buen momento para contarlo, porque lo tienes muy fresco y todavía te acuerdas de todo. Lo que aún no sabes es que la carta que escribirás hoy será la primera de una tradición que, como ves, vas a mantener al menos durante una década.
También te adelanto una cosa: sé que te imaginas leyéndosela a ella, pero no vas a poder. Al menos, no en el medio plazo. Porque ella es tan sensible que, cuando lo intentes, en cuanto le mentes a la vaca, pobre vaca, que no puede saltar sobre la luna, Ainé romperá a llorar, y te pedirá que no sigas. No recuerdo cuándo fue eso, pero sé que, de momento, yo no lo he vuelto a intentar. Tal vez este sea el año, ya veremos. Aunque, honestamente, me parece que aún no. Tal vez tengamos que hacer como en Benjamin Button, y esperar a que lo lea ella todo junto cuando nosotras (tú, yo) ya no podamos leer.
No sé si quieres saber esto, pero te escribo desde una habitación de hotel. Verás, llevo mucho tiempo intentando no hacerte demasiados spoilers, pero creo que ya va siendo un buen momento. Se avecina una época mala. Muy mala. Sé que ahora no estáis demasiado bien, pero las cosas se van a poner incluso peor. Por suerte, sois equipo. Somos equipo. Equipazo. Háblame Bajito crecerá, a pesar de todo. Tú crecerás también. Sin dinero, sin padrinos, sin red de seguridad. Y va a salir bien. La próxima nochevieja soñarás un cuento que recordarás a la mañana la siguiente, la primera del año que viene. Y, a finales de año, lo harás realidad. Una cosita pequeña que funcionará razonablemente bien, teniendo en cuenta todo el contexto. Saldrás a la calle con los cuentos en una mochila de hadas, de una librería a la siguiente preguntando si lo quieren tener allí para vender. Te pillará una enorme granizada. Te resguardarás en un escaparate de la calle Uría, cerca de la plazuela de San Miguel. Sonreirás, porque todo se volverá blanco y estarás tú sola en la calle para verlo. Y ese será el principio.
Como te decía, te escribo desde una habitación de hotel. Que sea justo hoy, cuando tú también estás escribiendo ahí, diez años atrás, ha sido casualidad. No te he escrito antes porque he estado muy, muy liada. También venía con idea de hacerlo, pero al darme cuenta de la coincidencia de la fecha he decidido que no habría mejor momento. Estoy al lado de la Gran Vía, en Madrid. Mañana nos toca presentar nuestro último libro. El último de lo que ya empieza a ser un puñado majo, la cuarta presentación de una buena lista por todo el país.
Tu hija, tus hijos, tu pareja. Tu familia es increíble. No imaginas lo orgullosa que te sentirás de todos ellos dentro de diez años. Sé que crees que no puedes sentir más orgullo ni más amor, pero créeme cuando te digo que lo harás. Dentro de diez años mirarás a tu alrededor y no te podrás creer todo lo que habéis construido. Sí: sin dinero, sin padrino y sin red de seguridad. Y puede que ella, nuestra ninfa salvaje, nuestra reina de las hadas, sea irremediable y maravillosamente sensible, y que no puedas leerle en mucho tiempo la carta que le escribes hoy. Pero quedará todo: lo escrito y lo construido. Para ella. Para ellos. Cuando ya no podamos leer. Y cuando no estemos, ya.
No me voy a liar más, porque se me echa la hora encima y he quedado con unas amigas para cenar. Pero me alegra enormemente haber sacado este ratito para hablar contigo. Ya iba siendo hora, ¿verdad?
No sé si te voy a escribir dentro de un año. No lo sé, la verdad, así que no te prometo nada. Pero tengo que decirte una cosa: durante mucho tiempo estuve convencida, y lo sigo estando, de que todo el cambio empezó ahí. En ese momento, cuando parí, pariste, parimos a nuestra hija. En ese rincón de nuestro sofá azul. Cuando descubriste lo fuerte que puedes ser. Cuando decidiste que no te ibas a sentir pequeña nunca más.
Felicidades, antigua yo. Por todo.
Lo hemos conseguido.
Ya veremos adónde nos sigue llevando el camino.
WhatsApp Image 2023-11-13 at 18.29.12 (1)
¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida yo de hace nueve años. Nueve exactamente.

IMG_20220906_200959

Sé que no me oyes. Hace una hora, puede. Dentro de una hora… No. Ahora mismo, imposible.

Las diez y treinta y cuatro. Tienes frío, lo recuerdo. Debes estar a punto de volver del baño, con las bragas en la mano. Antes de que yo termine de escribir esta carta, ella (sí, ella) ya habrá nacido.

Acaba de temblarme todo.

Te recuerdo en este, en ese momento, pero, es curioso, a ti no te recuerdo demasiado bien. Empiezas a quedarme un poco lejos, creo. No tengo claro en qué momento de nuestra evolución vital estás. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida yo de hace ocho años. Ocho exactamente.

WhatsApp Image 2021-10-17 at 17.18.16

Me sentía bastante mal por llegar un par de días tarde a nuestra cita, hasta que leí la carta de la yo del año pasado, que te escribió dos semanas tarde. Menuda pava, no se toma nada en serio. Es un desastre. No como tú y yo, que somos…

En fin, no me digas nada. Es que no llego, de verdad que no. Estoy rebasada por todos los ángulos y antes de terminar un proyecto ya estoy metida en uno nuevo. Creo que todo empezó después de ti, ¿sabes? Siempre estoy diciendo que «cuando acabe esto ya tendré más tiempo», pero eso nunca llega porque, cuando acabo esto, pues ya tengo algo nuevo que me come. Y es una putada, porque lo disfruto mucho, pero siento que me estoy perdiendo cosas. Y no me gusta perderme lo que me estoy perdiendo. Y esto es culpa tuya, eres tú la que me reprocha desde ahí, desde esa nube de oxitocina que huele a bebé recién estrenado (pero «bebé recién estrenado» del que te gusta a ti, del que huele a sangre y caramelo, no del que huele a Nenuco) y se enfurece conmigo porque parece que estoy olvidando qué es lo más importante. DÉJAME EN PAZ, ¿VALE? Lo hago lo mejor que puedo, joder. De verdad, que lo doy todo. Pero es que no llego, hostia, y creo que no me merezco que me castigues tú también. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida yo de hace siete años. Exactamente siete.

dav
dav

 

Sé que aún estás recuperándote de la fiesta. No es un eufemismo: me refiero a la fiesta de cumpleaños de tu hijo mayor, que habéis organizado y celebrado solo quince días después de que haya nacido la pequeña. Recuerdo que fue agotador, mucho más que parir, dónde va a parar.

Menos mal que tienes esa tribu tuya que te ha ayudado y se han ocupado de llevar las meriendas. Seguro (y estoy segura) que todo estaba riquísimo, aunque te cuento un secreto: dentro de siete años solo recordarás la tarta de Nati, las galletas de mantequilla de Sandra y los chips de manzana de Queralt. Y te cuento otro secreto: dentro de siete años, muchas de las personas que ahora están en esa tribu ya no estarán ahí. Pero bueno, poco a poco. Ya llegará todo.

Si todavía no te lo ha dicho, César no tardará en decirte que los próximos años mejor celebrar el cumpleaños fuera porque, ¡madre mía! Qué montón de gente en casa. ¿Cuántos érais, entre niños y adultos? ¿Treinta personas? Pues sí, los próximos años lo celebraréis fuera. Hasta este año, que volverá a ser en casa, pero sin gente. Solo la familia. No la familia cercana. Nada de abuelas, tíos ni primos. Solo vosotros, nosotros. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida Yo de hace seis años (exactamente seis)

btf
btf

Mira, antes de que se me olvide: dentro de tres días vas a darle a tu bebé su primer baño. Así, contigo, abrazaditas y tranquilas. No le eches jabón, ni siquiera ese poquito que es apenas un guisante en tu dedo, porque estropeará ese olor tan increíble que ahora tiene y que tan loca te trae. Fíjate: seis años y yo aún me arrepiento de haberlo puesto.

El año pasado llegué un par de días tarde con la carta, este año ya son cuatro. Si sigo (si seguimos) así, acabaremos por juntar dos cartas, ya lo verás. Al menos esta vez no es que nadie haya estado malito, es que no llegas, nena. Porque te cuento que entre cole, extraescolares, cumpleaños, pediatra, dentista, abogados, trabajo, casa y la promo de tu libro, esto es una locura. Por no hablar de que has retomado lecturas -más allá de Roald Dahl-, y de lo mucho que te gusta Netflix. ¡Ah! Claro, que aún no sabes lo que es Netflix. Bueno, tranquila, ya te enterarás. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida yo de hace cinco años (cinco exactamente)

querida yo de hace cinco años

¡Hola, maja! ¿Cómo te encuentras? Llevas ya día y medio de explosión oxitocínica, ¿verdad? ¿A que huele bien? Aún recuerdo su olor y su cremosidad. Mmm…

Ahora que lo pienso, te cojo en plena sesión de fotos, ¿no? Ya verás qué bonitas quedan. Aunque eso ya lo sabes. ¡Ah! Y tranquila por tener el tendal atravesado en la cocina, o lo alto del sofá convertido en un armario: va a quedar precioso en las fotos. Tan auténtico…

Ya ves que este año llego un poco tarde con la carta. Es que… ¿Sabes qué pasa? Que tienes a uno de tus hijos malito. Y, mira, sabes que no me gusta estropearte las sorpresas, pero tampoco puedo estar eternamente callándomelo todo, así que te voy a dar una pista: no están malitos ni Hugo ni Aine. ¡Sorpresa!

Dentro de unos meses, un día, Hugo y Aine estarán jugando en el salón, y César y tú los estaréis mirando desde el sofá, y de pronto dirás, en voz alta y sin pensar: «¿No tienes la sensación de que es como si estuviéramos incompletos, de que aquí falta alguien? Nos falta Leo…». Pues chica, bingo. Te contaré una cosa graciosa: te vas a quedar embarazada tres días después de escribirte la carta número cuatro. Y cuando te enteres no te lo vas a creer, porque por primera vez no vas a tener ni un solo síntoma de embarazo. Pero será normal, porque en esos momentos tendrás la cabeza y el alma puestas en otro sitio. Aunque eso… Creo que eso no te lo voy a contar. No ahora. Ahora disfruta de esa niña que tienes en los brazos, y que aún huele tanto a ti. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida yo de hace cuatro años (exactamente cuatro)

querida yo de hace cuatro años 2

Querida yo de hace cuatro años (exactamente cuatro):

Si este año esperas una bonita carta, lo siento, pero creo que hoy no estoy de humor. Este último mes ha sido una locura y el cumpleaños de Aine ha llegado antes de lo que esperaba. Pero en fin, no te preocupes ahora por eso. Ya te tocará. Ahora relájate, que esta noche será intensa.

Llevaba tiempo pensando en qué contarte este año. Sabes que no me gusta estropearte las sorpresas… Así que pensaba hablarte de algo que has aprendido y madurado  mucho estos últimos meses: has aprendido a despedirte. Y es fantástico, Jess. Qué liberación. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida Yo de hace tres años (exactamente tres)

querida-yo-de-hace-tres-anos

Madre mía, Jessica. Si te cuento el último año, pensarás que te estoy mintiendo. No te lo puedes imaginar…

Dentro de unos días, tu mayor cumplirá seis años. ¿Recuerdas cuando fuiste a buscar la tarjeta de aparcamiento y te la dieron con caducidad para cinco años? Pensaste “cuando esto caduque, él ya tendrá seis años”. Te parecía tan lejano… Y fíjate, tú no estás a medio camino y yo ya estoy aquí.

Él nació para revolverte la vida y el interior. Para abrirte un camino hacia ti misma y conocerte como nunca te habías conocido. Como nunca te habías ni imaginado.

Y Ella… Ay, Ella. Si tu primer hijo vino para mostrarte el camino, tu ninfa salvaje vendrá para darte una patada en el culo y  obligarte a caminar.

Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Sin categoría

Querida Yo de hace dos años. Exactamente dos.

aine in essence_pequeña

Querida Yo de hace dos años,

Hoy a tu bebé han de pesarle los meses, porque casi son las 10:30 y aún duerme. Es lo que tiene el tiempo: que nos pesa a todos.

Te voy a contar que justo dentro de dos años, catorce de octubre de dos mil quince, vas a llorar recordando casi tanto como reirás hoy pariendo. En el fondo lo sabías: se puede disfrutar, se puede reír. Puede ser diferente. Sabes que puede. Lo que aún no sabes es que lo será, y que la felicidad de ese momento te acompañará siempre.

Te voy a contar que tu bebé empieza a no ser tan bebé. Que le están saliendo los últimos dientes: los cuatro colmillos a la vez. Que desde hace un par de semanas se está arrancando a formar palabras inteligibles. Que en casa pide ir al baño y nos deja a todos locos. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+
Relatos

Querida Yo de hace un año (exactamente un año).

DSC05288

Querida Yo de hace un año, si pudiera decirte algo…

Te podría decir que esta noche, cuando acompañes a Hugo a dormirse, disfrutéis mucho de la teta. Que lo mires, lo beses y lo abraces mucho. Sé que lo haces cada noche, pero esta será diferente, porque será la última noche que en la cama seáis tres.

Te podría decir que cuando en mitad de la noche te despiertes sintiendo presión en la pelvis y te vuelvas a dormir sonriendo, pensando que en unas horas estarás de parto, tendrás razón.

Podría decirte que dejes de preocuparte por la tensión, que te rías sin miedo y con ganas cuando vayas a la matrona a revisarla, porque en unas horas te dará igual y sabrás a ciencia cierta que estaba muy alta por un buen motivo.

Te podría decir, sin ninguna duda, que te olvides del dichoso tapón mucoso, ¡porque no va a salir! ¿A que eso no te lo esperabas?

Podría decirte que sí, que las matronas llegarán a casa a tiempo. Que sí, que todo sucederá en casa, y será absolutamente maravilloso.

Que tenías razón todo el tiempo: será una niña, será nuestra pequeña Aine. Leer artículo completo

¡Gracias por compartir!
FacebookTwitterGoogle+