Mira, antes de que se me olvide: dentro de tres días vas a darle a tu bebé su primer baño. Así, contigo, abrazaditas y tranquilas. No le eches jabón, ni siquiera ese poquito que es apenas un guisante en tu dedo, porque estropeará ese olor tan increíble que ahora tiene y que tan loca te trae. Fíjate: seis años y yo aún me arrepiento de haberlo puesto.
El año pasado llegué un par de días tarde con la carta, este año ya son cuatro. Si sigo (si seguimos) así, acabaremos por juntar dos cartas, ya lo verás. Al menos esta vez no es que nadie haya estado malito, es que no llegas, nena. Porque te cuento que entre cole, extraescolares, cumpleaños, pediatra, dentista, abogados, trabajo, casa y la promo de tu libro, esto es una locura. Por no hablar de que has retomado lecturas -más allá de Roald Dahl-, y de lo mucho que te gusta Netflix. ¡Ah! Claro, que aún no sabes lo que es Netflix. Bueno, tranquila, ya te enterarás.
Sí, sí, has oído bien: la promo de tu libro. ¿Sabes cuando fantaseas con que un día alguien de una gran editorial te descubrirá y llamará a tu puerta? ¡Pues adivina qué! Eres afortunada, Jess. Pero bueno, para eso aún queda un buen rato. Tú de momento céntrate en lo que tienes, que las experiencias de las que te vas a nutrir en los próximos meses (años, en verdad) son las que alimentarán la persona en que te irás convirtiendo poco a poco. A veces pienso en cuánto he aprendido estos últimos años y no puedo esperar a ver lo que sabré cuando hayan pasado diez años más. Eso, supongo, tendremos que descubrirlo juntas.
Mientras tanto, te contaré que has vuelto a ampliar la familia. No, no, no has tenido más bebés: es que este verano te encontraste una cachorra en la carretera, y cuando os disteis cuenta de que es sordo ciega pues… Os pareció una irresponsabilidad llevarla al albergue, sabiendo que muy probablemente tendría que pasar allí el resto de su vida. Ya sabes que los perros con «problemas» tienen mala adopción… No te preocupes por César: le dará un par de vueltas más que tú, pero al final la decisión está clara. Se llama Fujur y es fantástica, de verdad. Una perra inteligente y feliz. Una auténtica dragona de la suerte.
Leo no come. Mira, qué sé yo. A veces, ahora, le da por lamer alguna cosa, como galletas o pelusas. Pero comer ni una migaja, solo teta. Paciencia, que está bien. Ya te contaré el año que viene si quiere comer o no. Hugo se va acercando peligrosamente a la pubertad, y empezamos todos a notarlo. Hace cosas que jamás había hecho hasta ahora, como mentirte. O intentarlo. Pero, ya sabes, se le da bastante mal mentir. Aquí no puedo darte consejos, porque aún me estoy repitiendo a mí misma, una y otra vez, que todos mentimos alguna vez, que es importante cómo lo gestione… Pero es que me ha pillado tan de repente que aún me estoy haciendo a la idea. No sé, tal vez la yo del año que viene pueda darme algún consejo, porque ahora mismo estoy en blanco.
Y Aine… Aine es artista profesional, y se lo dice a todo el mundo. Sobre todo desde que en el Acuario le pidieron unos dibujos de científicas para el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Desde ese día, se considera profesional, y de ahí ya no hay quien la saque. Te lo dije desde el primer momento: Aine es arte. Vive entafarrada en pintura y chocolate, y dice que su peor pesadilla sería ser alérgica a alguna de las dos cosas. No me extraña: no necesita nada más para ser feliz. Repite tantas veces que «su vida es perfecta» porque tiene «la mejor familia del mundo» que hasta te sacará los colores. Y te llenará de gozo, porque lo cierto es que tiene razón: te recordará muchas veces que tenéis un hogar, cosas ricas que comer, muchos momentos buenos juntos y, sobre todo, un montón de amor para repartiros. No se puede pedir más.
Oye, que sí: que aún tienes las placentas en el congelador. Ya ves, si el bebé comiera placentas matabas dos pájaros de un tiro. Pero bueno… Que habrá que seguir esperando. No importa: ambas sabemos que no hay prisa.
Y ahora te dejo, que me voy al sofá a merendar con tus dos hijos mayores mientras vemos una serie en Prime Video. Ah, claro, que tampoco sabes lo que es Prime Video… En fin, ya te enterarás también.
Felicidades, antigua Yo. Aquí nos vemos, en un año.

Querida Yo de hace cinco años (cinco exactamente).
Querida Yo de hace cuatro años (exactamente cuatro).
Querida Yo de hace tres años (exactamente tres).